Perseguidera Dmente

lunes, 14 de diciembre de 2009

El regalo de los insultos

En esta época en la que reina la genuina compasión y la hermandad en la humanidad que sigue fielmente las enseñanzas de Jesús, aquí queda esto...

Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.


Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.


El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama.


Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.


Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.


Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:


– ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?


– Si alguien se acerca a tí con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.


– A quien intentó entregarlo – respondió uno de los discípulos.


– Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – dijo el maestro. – Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.

por Paulo Coelho

2 comentarios:

  1. ves? por eso es que pablo no termina de convencerme, te muestra dos arquetipos universales y con eso pretende enseñarte "algo"... no se..."algo positivo"

    el mito de la no reacción es precisamente eso, un mito, todos reaccionamos ¿ o no?

    ¿cuál de los dos samurais dijiste que eras?

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  2. Ten, Anónimo: http://paulocoelhoblog.com. Díselo a el.

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