Perseguidera Dmente

jueves, 13 de agosto de 2009

Anestesia general

No se me ocurre otro término para lo que ocurre en este país: estamos anestesiados. Nos torean con el capote de la Ley de Delitos Mediáticos y mientras la mordisqueamos como cachorros… nos ponen un híbrido monstruoso pero en la Ley de Educación, con toda la mala intención de aprobar sin discutir, tal como hace las cosas este gobierno: entre gallos y media noche, en vacaciones escolares, sin informar a la gente como es debido y escondidito, para que no se note mucho, hasta que sea demasiado tarde.
Ya me leí la ley… hay tantos huecos, que eso es precisamente lo peligroso: los vacíos legales.
He aquí el link: http://www.eluniversal.com/2009/08/07/pol_esp_que-le-interesa-con_07A2596963.shtml
Hoy se aprueba la dichosa ley. Una marcha de estudiantes y sectores opositores se dirigió esta mañana a la Asamblea Nacional para manifestar su desacuerdo y les echaron “gas del bueno” (como llama el presidente a las bombas lacrimógenas), encerrándoles en el Centro Comercial Metro Center, ubicado muy cerca de lo que fue nuestro congreso y salida de una céntrica estación de metro. Mientras, protegidos por la policía y tras la humareda, se ubicaron los miembros de los colectivos afectos al gobierno. Se reciben reportes vía Twitter y mensajes de celular (porque hasta Globovisión salió del aire por un rato largo) de personas golpeadas y robadas al salir de su “refugio a juro”, ahogadas y medio ciegas, todo esto cortesía del gobierno.
Para colocar una guinda y gracias a una tormenta tropical, en Caracas llueve hace días y con total certeza después de las 3 de la tarde… y no cualquier lluvia elegante y distinguida, tipo Londres o Boston… de esas que te acompaña a tomar el té y ver por la ventana, bien abrigado y acompañado… no, no, no. Aquí no está lloviendo, llueven perros y gatos, cayendo como dicen lo caraqueños, un buen palo de agua. Para combinar perfectamente como el país, pues.
Como toda operación quirúrgica mayor que se respete, nos están operando con la debida anestesia. Estoy segura de que, como todo paciente que despierta de una anestesia, vamos a despertar con un terrible dolor de cabeza y mucho frío, pues nos están sacando un riñón (por la medida chica...).

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